domingo, 23 de junio de 2013

HOLA MAMÁ

Hola Mamá:

Siempre me ha gustado leerte lo que escribía y hoy voy a hacer lo mismo, pues aunque no estés físicamente a mi lado, escuchando paciente los curvados pensamientos que de mi esencia emergen, te percibo más cerca que nunca, sintiéndote en cada poro con la intensidad colosal del amor infinito; dentro, muy dentro, acariciando mi alma con esa ternura única,  perfecta, sublime, excelsa…

Lo que hoy escribo, habla de una mujer; la mas excepcional de las mujeres que alumbró la Madre Tierra.  Una mujer guapa, generosa, templada, cariñosa, caritativa, prudente, leal, desprendida, honrada, discreta, trabajadora, cálida, honesta, valiente, tierna, comedida, cauta, divertida, sensata, enamorada, comprometida, ilusionada, esperanzada, entregada…

Una mujer buena , que no es lo mismo que una buena mujer, aunque también lo fue; mas anunciando sus virtudes, es de justos anteponer sujeto al adjetivo, en la calificación y clasificación de las mismas; virtudes que de mencionarlas todas, mamá, no habría en el universo papel, tablilla, papiro o bytes suficientes, para que quedaran plasmadas.

Una mujer que antepuso a los demás por encima de sus propias necesidades, de sus sueños, de sus ilusiones; una mujer cuyas necesidades, sueños e ilusiones, se colmaron dándose a los demás…
Una mujer que hasta el último día de su vida, desprendió bondad… Una mujer que dio ejemplo al mundo, de la maternidad perfecta, honrando a la misma desde el convencimiento de que esa y solo esa, era la manera de llevarla a cabo.

Lo que escribo y te leo hoy, mamá, habla de ti…

Lo que escribo y te leo hoy, mamá, lo estoy grabando sobre mi corazón golpeando un cincel de lágrimas con el martillo de mi dolor.

Sé que no quieres eso, mamá, pero tiene que ser así…

Déjame que llore un poquito, déjame que llene de lágrimas ese enorme vaso del vacío, que tengo sed mamá, mucha sed… Que tengo que tomar fuerzas para coger la mano de papá y caminar hacia el horizonte, que ya hemos visto tu estrella, en la corona del cielo, guiándonos hacia el norte de la Verdad…

Que yo te prometo que seguiré viendo el vaso medio lleno, que sonreiré y trataré de dibujar sonrisas, que cuidaré de los tuyos, que trataré de seguir tu ejemplo.

Nunca te olvidaré, mamá, siempre estarás conmigo, pero ahora, mamá, déjame que llore un poquito, ¿vale?.

Te quiero mucho.

José Carlos

23/06/2013



4 comentarios:

  1. Un recuerdo precioso a tu madre, ella estara muy contenta de ver como tu la ves y la quieres.
    comprendo que la llores.
    um abrazo

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  2. Llora amigo, que te comprendo y acompaño....

    Un abrazo grande.

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  3. Gracias Josefina, gracias Xurxo. Con las letras encuentro un escape y con amigos como vosotros, ilusión. Un besote

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  4. Está bien que la llores, ella lo comprenderá y a ti te liberará de esa enorme pena que debes de estar arrastrando.
    Me ha emocionado leerlo.

    Un abrazo enorme.
    Te acompaño en tu dolor.

    Amaia

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