No me dejan mis
principios,
querer que acaben tus
días,
mas no quiero jugar limpio,
exhala mi alma ira.
Que ya quedan pocas horas,
para que llegue tu ruina,
y tan solo seas historia,
en el Libro de la Vida.
Márchate, ladrón de
sueños,
martillo de la esperanza,
toma rumbo hacia el infierno,
carbonízate en sus llamas.
Lárgate, inmunda bestia,
púdrete, año canalla,
que montaré una fiesta,
cuando tú, ya no seas nada.
Quizás me espera un camino,
pleno de cepos y trampas,
sembrado por un destino,
que de mis manos se escapa.
Seguro serán tus hijos,
quienes tomarán venganza,
en tanto, de ti me río,
pues mañana, llega el alba.
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